El pasado mes de enero se publicó el Reglamento (UE) 2025/40, de 19 de diciembre de 2024, sobre envases y residuos de envases. Esta normativa, que modifica el Reglamento (UE) 2019/1020 y la Directiva (UE) 2019/904, y deroga la Directiva 94/62/CE, ha entrado en vigor esta semana con el objetivo de reducir el impacto medioambiental de los envases y fomentar su reutilización y reciclaje.
Aplicación y plazos
El Reglamento será de obligado cumplimiento en todos sus extremos a partir de agosto de 2026. Para esa fecha, los Estados Miembros deberán haber adaptado sus normativas nacionales en consecuencia, en el caso de España, el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases. Se trata de una norma vinculante, por lo que su aplicación es inmediata en toda la Unión Europea (UE).
Principales objetivos y medidas
El nuevo reglamento establece un conjunto de objetivos y medidas orientadas a la prevención, reutilización, reciclado y recogida separada de residuos de envases. Algunas de las principales directrices incluyen:
1. Prevención de residuos
- Restricción del envasado innecesario para minimizar la generación de residuos.
- A partir de 2030, los envases deberán reducirse en peso y volumen.
- Limitación del espacio vacío en envases colectivos, de transporte o comercio electrónico a un máximo del 50%.
- Prohibición de ciertos envases de un solo uso en el sector minorista y HORECA (hostelería, restauración y cafeterías), como los de plástico para frutas y verduras frescas de menos de 1,5 kg o envases monodosis.
2. Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP)
- Se armonizan las tarifas que cobran los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAPs).
- Obligación de registro para los productores.
- La industria deberá asumir los costes de etiquetado, estudios y destinar presupuesto a la prevención de residuos.
3. Recogida separada y reciclaje
- Se busca impulsar el mercado de materias primas secundarias.
- A partir de 2029, se establecen objetivos obligatorios de recogida separada para plástico, madera, metales ferrosos, aluminio, vidrio, papel y cartón.
- Implementación de sistemas obligatorios de depósito y devolución (SDDR) para botellas de plástico y latas de menos de 3 litros, con una meta del 90% de recogida en 2029 (salvo que en 2026 se haya alcanzado el 80%).
- Se persigue que todos los envases sean reciclables de aquí a 2030, mediante criterios de diseño y reciclaje a gran escala.
4. Etiquetado
- En agosto de 2026, la Comisión Europea deberá adoptar una legislación para una etiqueta armonizada y la metodología de medición del material de los envases.
- A mediados de 2028, todos los envases deberán indicar su composición, contenido de plástico reciclado y el contenedor de destino.
- Los envases sujetos a un SDDR deberán especificarlo en su etiquetado.
- Se restringen las afirmaciones medioambientales en el etiquetado si no cumplen con los requisitos mínimos del Reglamento.
5. Sostenibilidad y requisitos en envases
- Se establecen obligaciones para mejorar la reciclabilidad, limitar sustancias perjudiciales en los envases (como PFAs) y promover el uso de materiales reciclados.
- Se fijan índices obligatorios de plástico reciclado en los envases y la obligatoriedad de ciertos envases compostables.
6. Reutilización y rellenado
- Desde enero de 2030, los distribuidores con más de 400 m2 deberán destinar al menos el 10% de su espacio a productos de recarga para alimentos y otros productos.
- A partir de febrero de 2027, los establecimientos que ofrezcan comida y bebida para llevar deberán permitir que los consumidores utilicen sus propios envases.
- Se establecerán objetivos específicos para que determinados productos sean ofrecidos en envases reutilizables en 2030 y de manera orientativa en 2040.
Conclusión
El Reglamento (UE) 2025/40 supone un importante avance en la reducción de residuos y la sostenibilidad de los envases en la UE. Su implementación armonizada busca facilitar la transición hacia un modelo más circular, donde el reciclaje y la reutilización sean pilares clave. Con la fecha límite de agosto de 2026 para su plena aplicación, empresas y productores deberán adaptar sus procesos a los nuevos requisitos y objetivos para garantizar el cumplimiento de esta normativa.