Las pequeñas y medianas empresas son un factor imprescindible en el tejido empresarial: engloban más de dos tercios del total del empleo en el mundo. Según el Círculo de Empresarios, el 73% de los asalariados españoles están trabajando en una pyme.
Actualmente, en un mercado que está en continuo crecimiento, y cada vez de una forma más acelerada, la presión competitiva es mayor. Para adaptarse a ella y conseguir resultados, es indispensable apostar por la innovación y transformación digital. Además, ésta permite que las barreras, tanto geográficas como mercantiles, se difuminen y se adquiera accesibilidad a otros entornos, clientes y competidores, promoviendo así la globalización.
Esto influye positivamente en las pymes, ya que los competidores y entornos mercantiles de otros países pueden aportar nuevos productos, conocimientos o habilidades los cuales, limitándose a ser una empresa local, no se tienen en cuenta. Es una oportunidad para el crecimiento y desarrollo de las empresas que les hará tener presencia y accesibilidad en el mundo.
Cabe destacar, que la transformación digital supone una inversión y desarrollo de nuevas capacidades, es decir, se crean nuevas necesidades a tener en cuenta a la hora de organizar y distribuir los recursos. Esta digitalización no consiste solo en incentivar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y crear una regulación específica, sino también hay que desarrollar estrategias de posicionamiento pues, como ya hemos dicho, el rápido crecimiento del mercado hace que la competitividad sea mayor.
Todo esto, por supuesto, es completamente independiente del sector empresarial al que formen parte. Es una inversión necesaria en todos los ámbitos, con la que se busca la reducción de costes y aumento de la productividad, que siempre tiene que estar apoyada por el departamento de I+D+I (incorporar este departamento a la empresa también supone un ahorro de costes, ya que a las pymes se les aplica una rebaja fiscal por llevar a cabo proyectos innovadores).
El desarrollo que esto proporciona a la empresa debe ser con vista a largo plazo, ya que la innovación tecnológica aumenta a pasos agigantados y es muy importante estar siempre trabajando en ello para no quedarnos atrás y aprovechar todas las oportunidades que esto nos brinda, como la eficacia de los procesos o la mejora de la experiencia del cliente entre otras.
